Litoral de Andalucía

Litoral de Andalucía

La Flecha del Rompido (Huelva) 


Este espacio natural se sitúa en la desembocadura del río Piedras y comprende una zona de marismas mareales separadas del océano Atlántico por una barra litoral, formada por depósitos eólico-marinos como consecuencia de los aportes del citado río, del flujo mareal, de la deriva litoral y de los vientos del suroeste dominantes en la zona.

 


Pinares de Punta Umbría y Laguna del Portil (Huelva) 


La Laguna del Portlil se encuentra situada en el municipio de Punta Umbría. Es de agua dulce y conserva una elevada población de aves acuáticas constituyendo así, junto con los Parajes Naturales Marismas del Odiel y Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, un entramado de zonas húmedas fundamental para la supervivencia de las aves que emigran a la Península todos los años.    

 


Playa de Castilla. Cuesta Maneli y Torre del Oro (Huelva)


Se encuentra dentro de un sistema dunar, donde encontramos acantilados de dunas fósiles. Dentro de esta playa podemos diferenciar dos zonas, de este a oeste, Playa del Asperillo en la desembocadura de la Cuesta de Maneli, y la Playa Mata del Difunto.

Se accede desde la carretera que comunica Matalascañas con Mazagón, cuya dirección es paralela a la costa y donde encontramos varios puntos de acceso  a la playa

 


Parque Natural Cabo de Gata-Níjar ( Almería)


El Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, cuenta con 50 km. de litoral, principalmente acantilados y una zona interior de vegetación pre-desértica. Las montañas que lo conforman son de origen volcánico, pudiéndose apreciar principalmente en los acantilados y en las calderas volcánicas, que aún se adivinan en su relieve

 


Litoral de Tarifa.Parque Natural del Estrecho ( Cádiz)


El litoral de Tarifa ha conservado gran parte de sus valores naturales a lo largo de años, debido a lo abrupto de su relieve, a los fuertes vientos, que alcanzan en ocasiones los 125 kms./h y a la instalación intermitente de bases militares en zonas próximas a su costa.

La sierra del Cabrito junto a Tarifa, la de Fates en Facinas y la de la Plata y San Bartolomé en El Lentiscal y Bolonia.

Sierras de baja altura (entre 400 y algo más de 600 metros), pero que se muestran altivas y con importantes aristas y canchales, que resaltan más con la proximidad del mar.

Numerosos yacimientos arqueológicos, cuevas con pinturas esquemáticas y el mejor conservado legado del pasado, las ruinas de la ciudad de Baelo Claudia.

Baelo Claudia se fundó en en siglo II a.c. como ciudad romana. Destacó la industria del salazón de pescados y sobre todo la elaboración de la afamada salsa “garum”. Alcanzó su esplendor bajo el imperio del emperador Claudio ( 41-54 d.c).

Algunas de las sierras litorales se encuentran comprendidas dentro del Parque Natural de los Alcornocales, que en escasos puntos alcanza la costa.

En el año 2003, se crea el Parque Natural del Estrecho, con la intención de preservar zonas de alto valor natural y paisajístico, a veces separadas entre si. Un total de 18887 has. de las cuales  9247 son marítimas.

Al oeste, la sierra de la Plata y la de San Bartolomé, en las que predominan encinas, chaparros y acebuches, mezclados con pinos y eucaliptos de repoblación. En los valles y laderas bajas, zonas de pastos y matorral, para la cría de la abundante cabaña de reses retintas.

Al oeste de Tarifa, destacan las playas de arenas blancas y extraordinariamente finas. Desde la ensenada de Zahara, Bolonia y Punta Palomas , hasta Valdevaqueros y la playa de los Lances.

Pequeñas calas a las que solo se accede caminando por la playa, protegidas por el interior con un denso bosque de pinos o con las laderas rocosas de las sierras litorales.

Largas playas, desde Valdevaqueros a los Lances, para la práctica del windsurf y el más actual kitesurf.

El Parque Natural de los Alcornocales, guarda, próximo a la costa y junto a la ciudad de Algeciras, un reducto de belleza en el curso del río de la Miel.

Un cerrado bosque ribereño de alisos, alcornoques, helechos, quejigos y diferentes tipos de lauráceos, propios de los conocidos canutos del parque natural.

El río, con agua durante todo el año, forma preciosas cascadas y pozas que a modo de piscinas, recrean a los visitantes.

La vegetación desbordada por la densa humedad que se acumula en el barranco, nos deja imágenes que recuerdan las selvas tropicales y los bosques de laurisilva  de las Islas Canarias y Madeira.  


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